Los animales del bosque están consternados porque algo le pasa al oso Raposo. El oso siempre ha sido amable con todos y ahora está enfadado y aleja continuamente con malos modos a todos los que van a verlo a su cueva. ¿Qué le pasa al oso para que actúa así? Le lechuza va a averiguar qué le pasa, por qué tanto enfado y tanta agresividad por parte de un amigo. Y descubre, consternada, que el oso tiene miedo, miedo de hacerse viejo, miedo de perder las fuerzas y de que no le respeten. Por eso se enfada y gruñe continuamente para esconder ese miedo y para disimular porque desde hace tiempo ya no ve tan bien como antes. La lechuza lo hace reflexionar y el oso Raposo deja de ser el oso gruñón cuando averigua que se le quiere y respeta igual, aunque pierda facultades, que no pasa nada por demostrar debilidad y por pedir ayuda.
La historia, como vemos, está escrita en clave positiva y gira en torno a un sentimiento muy humano, el sentimiento de enfado y frustración y demuestra que, a menudo, es el enfadado quien genera toda esa rabia sin que haya ningún motivo. Hermoso mensaje para los niños a partir de 3 años y para los mayores que, al fin y al cabo, somos los referentes de los pequeños.
El libro contiene, en las solapas, varios datos sobre el enfado y cómo detectarlo y combatirlo y un póster con actividades para que el niño, acompañado por sus padres o algún adulto, vaya entendiendo que no es bueno estar enfadado y que todo tiene una solución.
El texto está escrito con letra ligada para que los primeros lectores vayan empezando a leer despacio pequeñas estructuras. Las ilustraciones, muy claras y explícitas, cuentan también la historia y la dotan de luz y de algún toque gracioso como la última en que vemos al oso con gafas y jugando con los pequeños animales del bosque.
La colección Cuentos para sentir dedica un cuento a cada emoción para así aprender a distinguirlas y a combatirlas cuando no son buenas y a potenciarlas cuando nos hacen mejores. Son las primeras apuestas para que los pequeños vayan aprendido a conocer cómo se sienten y a interpretar sus estados de ánimo. Es una apuesta para fomentar la educación emocional desde la infancia.
La historia, como vemos, está escrita en clave positiva y gira en torno a un sentimiento muy humano, el sentimiento de enfado y frustración y demuestra que, a menudo, es el enfadado quien genera toda esa rabia sin que haya ningún motivo. Hermoso mensaje para los niños a partir de 3 años y para los mayores que, al fin y al cabo, somos los referentes de los pequeños.
El libro contiene, en las solapas, varios datos sobre el enfado y cómo detectarlo y combatirlo y un póster con actividades para que el niño, acompañado por sus padres o algún adulto, vaya entendiendo que no es bueno estar enfadado y que todo tiene una solución.
El texto está escrito con letra ligada para que los primeros lectores vayan empezando a leer despacio pequeñas estructuras. Las ilustraciones, muy claras y explícitas, cuentan también la historia y la dotan de luz y de algún toque gracioso como la última en que vemos al oso con gafas y jugando con los pequeños animales del bosque.
La colección Cuentos para sentir dedica un cuento a cada emoción para así aprender a distinguirlas y a combatirlas cuando no son buenas y a potenciarlas cuando nos hacen mejores. Son las primeras apuestas para que los pequeños vayan aprendido a conocer cómo se sienten y a interpretar sus estados de ánimo. Es una apuesta para fomentar la educación emocional desde la infancia.
REFLEXIONES
- ¿Cómo se sentía el oso Raposo?
- ¿Por qué crees que chillaba y gruñía a los animales del bosque?
- ¿Por qué quería dar miedo?
- Si tú fueras el oso Raposo, ¿Qué habrías hecho?
- Los animales le ayudaron en cuanto supieron lo que le pasaba. ¿Ayudas a tus amigos cuando tienen algún problema?
- ¿Conoces a alguien que grita mucho y te asusta? ¿Qué le dirías?
- ¿Cuáles son los motivos por los que te enfadas?
- ¿Qué haces cuando te enfadas?
- Si quieres, puedes dibujar al oso Raposo o el bosque donde vivía.
- Puedes cambiar alguna parte del cuento o poner un final diferente si te parece.