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Sabías que...
Antonin Dvorak nació a mediados del siglo XIX. Su padre era el dueño de un mesón en un pueblecito situado a las afueras de Praga. Por el pasaban bandas y agrupaciones populares ambulantes, que siempre eran bien recibidas por el mesonero, quién tocaba la cítara cuando se terciaba. El hijo del mesonero, con los ojos y oídos bien abiertos, se quedaba extasiado. Parecía que no había nada que le interesara más que la música. A diferencia de otros compositores, Dvorak, el hijo de un mesonero, no necesitó investigar sobre el folklore porque lo conoció desde su nacimiento. Tocaba el violín, la viola, el órgano y el piano, fue miembro de una orquesta y componía música a todas horas. Fue a Estados Unidos para dirigir una orquesta y allí compuso esta sinfonía.
