Uno de los cuentos que están incluidos en la biblioteca de aula es este precioso cuento que narra la historia del deseo de un grupo de animales, a primera vista parece inalcanzable, pero que consigue hacerse realidad gracias a la cooperación de todos los animales. Una ayuda mutua en la que aparecen animales tan diversos como: una tortuga, un elefante, una jirafa, una cebra, un león, un zorro, un mono ....hasta que finalmente el animal más diminuto de todos ¡El ratón! logra alcanzar la luna.
En clase llevamos dos semanas trabajando este cuento.
- Durante la primera semana he narrado el cuento a los niños, apoyándome en el único recurso y más preciado que tenemos los docentes, LA VOZ, gracias a la voz, he modulado las "vocecitas" de los diferentes personajes, así como los diferentes estados de ánimo.
- Durante la segunda semana, después de la lectura reiterativa del cuento, nos hemos apoyado en diferentes vídeos y versiones que hay navegando por la red.
Este sería otro ejemplo
Este cuento se presta para trabajar muchos aspectos:
- Trabajo en equipo
- Texto acumulativo
- Texto encadenado
- Platos dulces y salados
- Repetición mismo texto (Lo cual hace que el niño se anticipe a lo que va a suceder "Si te subes a mi espalda a lo mejor la alcanzamos...." o "la luna pensó que quería jugar y se alejó un poquito")
- Conteo ascendente de animales (tortuga, elefante, jirafa, cebra, león, zorro, mono y ratón)
- Conteo descendente de animales (ratón, mono, zorro, león, cebra, jirafa, elefante y tortuga)
- Alimentación o comida de animales. Ej: Ratón-queso, etc...
Parece mentira que un cuento, a simple vista, sencillo nos de tanto juego para trabajar en el aula.
¿Hubiera sido capaz la tortuga ella sola de alcanzar la luna?, ¿Y el elefante?
Es MUY IMPORTANTE hacer ver a los niños y niñas que muchas veces necesitamos de otras personas para conseguir un objetivo, necesitamos su ayuda, para ello hay que colaborar y TRABAJAR EN EQUIPO. Para ello es también necesario tener AMIGOS y personas con las que contar con ellas, por eso , muchas veces insisto en la necesidad de respetar las normas de aula, entre ellas a los propios compañeros.
Si yo voy "molestando" o "pegando" a mis compañeros, luego no puedo pretender que me "echen una mano" cuando esté en un apuro o cuando los necesite.
Una vez más insisto, aunque peque de pesada, en la decoración y ambientación de aula llevada a cabo por TODOS los padres.
Sin ellos, yo sola, no hubiera podido por ejemplo montar la haima.
