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lunes, 18 de diciembre de 2017

EL ÁGUILA QUE TENÍA VÉRTIGO

La reina de las águilas estaba contenta porque por fin su polluelo había salido del cascarón.
Pasaron los días y cada amanecer la reina abandonaba a su pequeñín en el nido en lo alto de un precipicio para traerle alimentos.
Mientras el águila real sobrevolaba las montañas y los valles en busca de alimento para su pequeño este se quedaba en el nido acobardado porque le daban miedo las alturas. Y también le daba miedo confesárselo a su madre. Diría -¿Un águila que no se atreve a volar? No es posible...-.
Los amigos del joven intentaban que superara ese miedo a las alturas. La gaviota que iba a jugar al nido de las águilas cuando la madre estaba de caza le decía como abrir las alas.

Una araña que había tejido su red en un acantilado le mostraba cómo se sostenía de su hilo y no le pasaba nada.

En las rocas una cabra montesa le enseñaba cómo saltaba de roca en roca sobre el vacío.

Todos los amigos de la pequeña águila le decían que tenía que dejarse llevar y el instinto le haría volar.
Así el día que la mamá decidió que había llegado el momento de echar a volar con su hijo, sus amigos lo convencieron para que se lanzara sin miedo.
Cuando se lanzó no quiso volver al nido.
Había superado su miedo y desde los cielos se lo agradecía a la gaviota, a la araña y a la cabra que lo miraban sonrientes.


Este cuento se narró en el aula hace poco tiempo. Se trata de una historia sobre como superar los miedos y sobre la amistad. Se recomienda volver a leerlo en casa, que los padres y/o madres se lo cuenten a sus hijos y de como fomentar la empatía y la superación. Es muy importante que se sepan poner en el lugar de otro, también cabe destacar la IMPORTANCIA del esfuerzo diario para conseguir lo que nos proponemos.
Sería conveniente analizar individualmente con la ayuda de nuestros padres en que cosas necesitamos ayuda y en que otras pueden ayudar a sus compañeros.
Lo importante es no rendirse nunca ante la adversidad, ni ante las dificultades, no hay que rendirse NUNCA, SIEMPRE  hay que luchar. Solo con esfuerzo y dedicación podemos superar los obstáculos.
A lo largo de mi periplo por la enseñanza he fomentado e inculcado a los más pequeños lo que significa la palabra ESFUERZO y lo que ello conlleva, puedes hacer clic AQUÍ 
También puedes hacer clic AQUÍ y visionar una entrada que dediqué a uno de los más famosos cuentos de Jorge Bucay "El elefante encadenado".  Cada vez que nos bloqueemos con un "no puedo", "no sé", "es muy difícil", "es que soy muy pequeño", pensemos en el pobre elefante y en su gran potencial desperdiciado.


"Vamos por el mundo atados a cientos de estacas que nos restan libertad...
condicionados por el recuerdo de "no puedo"...
Tu única manera de saber, es intentar de nuevo
poniendo en el intento todo tu corazón..."
 Jorge Bucay



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