El curso escolar está a punto de terminar. El periodo que comenzó en Septiembre de 2016 llega a su fin. Durante este intervalo de tiempo los maestros y los padres hemos tenido tiempo de ver como han crecido, en todos los sentidos, nuestros alumnos e hijos. Estos ya no son los mismos que hace tres años. El colegio ha aportado su granito de arena y concretamente el trabajo que hemos hecho los profesores con ellos durante esta etapa de infantil.
Todos sabemos por experiencia lo difícil que es educar a nuestros hijos. Respetar su personalidad mientras ponemos límites y normas, sacar lo mejor de sus virtudes y minimizar sus defectos, enseñarles los valores que creemos fundamentales....Realmente todos reconocemos que la educación es más complicada de lo que creíamos al principio.
Todos los días escolares los maestros inician sus labores en el aula de clases con una ilusión renovada aunque esté atravesando por situaciones difíciles en los diferentes ámbitos de su vida, tratando con un gran número de estudiantes, cada uno con personalidades diferentes, con problemas diferentes, con niveles de aprendizajes diferentes, lo que hace que a diario nos enfrentemos a nuevos retos.
Cada vez que un maestro intenta contagiar a sus alumnos de su buena actitud, de sus conocimientos y de su forma de afrontar la vida y los retos, está haciendo una labor increíble que cada padre debe valorar y agradecer.
Sea cual sea la carrera universitaria, el trabajo o la labor que vosotros los padres desempeñéis, un "gracias" y el que valoren vuestro trabajo nunca cae mal, así que ¿Por qué no valorar y agradecer a las personas que cuidan y educan a vuestros hijos a diario?
A veces, unas palabras cruzadas rápidamente a la hora de la salida son suficientes para hacer llegar al maestro/a de nuestro hijo/a nuestro reconocimiento.
Por eso, y como reza el dicho popular "es de bien nacido, ser agradecido" Muchos padres dirán que los maestros enseñan a sus hijos únicamente porque es su trabajo, porque así lo estudiaron, se prepararon y además les pagan por ello, así que no es necesario agradecer ni valorar lo que realizan.
Es cierto que es mi trabajo....pero ser maestro es mucho más que una vocación y una profesión.
Hay una carrera más polifacética o completa que la de maestra que con tan buen sentido del humor ilustró el genial Forges. Aún así tendrían cabida más profesiones, así por ejemplo sin ser personal sanitario, ejercemos de enfermera o auxiliar de enfermería, porque realizamos los primeros auxilios cuando un niño se accidenta en el patio y hay que curar una herida, una hemorragia, ponemos termómetros, aliviamos más de un dolor o "quebradero" de cabeza; también ejercemos de abogado cuando tenemos que repartir "justicia" o mediar entre una pelea o discusión; bailarina o coreógrafa para que salga la actuación de fin de curso que se avecina lo mejor posible y así hasta un largo etcétera.....y muchas otras cosas que las hacemos de corazón sin esperar nada a cambio.
En fin, no hay más ciego que el no quiere ver. Porque, "solo con el corazón se puede ver bien; lo esencial es invisible para los ojos."
El profesor no solo transmite conocimientos. Llega a ser un tutor, en todo el sentido de la palabra. La labor del maestro complementa el trabajo de los padres, y por más que sea su obligación, es involucración y compromiso, muchas veces traspasa los limites de lo laboral, como por ejemplo la dedicación en cuerpo y alma a este blog y que estoy redactando en este preciso momento.
Estoy convencida de que dejaré alguna huella en más de alguno de mis alumnos: incluso sin ser conscientes de ello, hemos asentado las bases de su personalidad, les he animado a volar....
Hemos caminado juntos durante tres años, pero lo IMPORTANTE no son los pasos que hemos dado juntos, sino las huellas que hemos dejado en el camino.
Por otra parte, el esfuerzo invertido por mis alumnos es independiente al resultado académico obtenido por estos.
Como actualmente estamos dando los acrósticos en clase, quiero terminar con uno dedicado a los maestros.
Me prepara para el futuro
Apoya a mis padres
Enseña cosas necesarias
Sabe cuando tengo un problema
Trabaja con entusiasmo
Respeta como soy
Orienta mis pasos en la vida
Maestros y profesores mucho más que una profesión
Agradecer a un maestro es como sembrar una semilla de gratitud, ya que el buen maestro hará de ella un árbol fuerte y frondoso para dar sombra o ser el apoyo para quien lo necesite.