La semana pasada, comenzamos la jornada peguntando a alos niños/as si conocían el cuento de "Pulgarcito" hubo una niña que comentó que su abuela Carmen se lo había contado, otros lo confundieron con "Garbancito".
Les expluqué que era un niño muy pequeño de estatura, tan pequeño como un pulgar, por eso sus padres le llamaban familiarmente Pulgarcito.
Les pedimos que enseñen el dedo pulgar, así se imaginan el tamaño del protagonista del cuento. ¡Qué gracioso! ver la cara de sorpresas en los alumnos/as, exclamaban todos sorprendidos.
De esta manera y siguiendo el hilo conductor del cuento para indicar que algo es pequeño, se añade al final de la palabra la terminación -ito o -ita.
Observamos los objetos que hay en el aula y con una observación guiada por mi parte, les señalo mi mesa y les pregunto ¿Esto que es? todos responden al unísono -"mesa", a continuación señalo una mesa más pequeña de un alumno y todos dicen "mesita", hacemos lo propio con diferentes objetos del aula: ventana, puerta, pizarra, mochila, pintura, etc...todos los objetos que selecciono tienen la peculiaridad que terminan en la letra -a, hago hincapié en ello
Si quito la letra -a y la sustituyo por la terminación -ita, obtenemos una palabra nueva para nombrar cosas que son más peuqñeas.
mesa-mesita
mocila-mochilita
ventana-ventanita
pintura-pinturita
pizarra-pizarrita
Les sugiero y propongo a los niños/as que cuando lleguen a casa se lo cuenten a papa y mamá lo bien que lo hemos pasado en el aula y que jueguen a los diminutivos con los objetos cotidianos que tengamos en casa.
Como desconozco si lo han hecho o no, lo transmito aquí a través de este medio.
Ahora ya no tenéis excusa....¡A jugar!