Vamos a preparar bolas de gel, compramos tres bolsitas, por el módico precio de 0,80 € cada una de venta een los bazares orientales.
Necesitamos un recipiente, mejor transparente para que vean el proceso y agua.
Elegimos el color verde.
Lo echamos en el fondo del recipiente.
Así se ve desde fuera.
Así se ve desde dentro.
Así se ve desde dentro con el zoom.
Añadimos agua.
Visto desde fuera.
Visto desde dentro.
Visto desde dentro con el zoom.
Al cabo de hora y media, al bolitas se han hinchado duplicando su tamaño.
Así lo vemos desde fuera.
Así vemos el interior.
Lo dejamos reposar toda la noche y cuando entramos en el aula a la mañana siguiente, para sorpresa de todos los niños, este es el aspecto de nuestras bolitas de gel.
¡¡ Oooooohhhhhh !! esa es la exclamación generalizada y la carita de felicidad de ellos no tiene precio, es por ello por lo que merece la pena ir a trabajar el hacerles feliz y disfrutar con mi trabajo.
Una vez más así lo vemos desde fuera.
Así lo vemos desde dentro.
Y así lo vemos con el zoom.
Adquieren practicamente el tamaño de una canica pero de gel, blandito como un flan o gelatina.
Colamos el poco agua que queda en el interior del recipiente y lo trasvasamos a otro recipiente también transparente, muy importante, para que puedan ver el proceso que sea transparente.
Colocamos ahora las bolitas en una bandeja de metacrilato transparente sobre nustra mesa de luz.
Por último a disfrutar, vamos a dibujar trazos.
Por razones de seguridad y para tranquilidad de los padres, esta actividad se realiza bajo la supervisión de la profesora para evitar que se lo lleven a la boca y al finalizar la actividad se pone fuera del alcance de los niños.